miércoles, 5 de octubre de 2016

Escurriéndose en la existencia

Cae el telón vetusto,
no lo miro ni lo pienso,
si con nada lograré alcanzarlo.
¡Ni tan siquiera puedo caminar
con el de nuevo;
tremendo susto me han causado
esas huellas soltadas!
Llenas las marcas, mojadas,
escurriéndose en la existencia misma,
disipadas en el sereno,
deshaciéndose con el viento…
Una prolongada conclusión
de un umbral
sin aparecerse hasta el final.
Nunca se termina de alcanzar,
y el telón de seguido repite…
¡Y todo se rehace tantas veces!
Provocando extensa locura;
¡y esta interrumpida cordura
cambia las cosas al revés!
Encuadrando un circo vicioso
dentro de la armadura,
en donde nada fluye,
y ausencia versátil solo le ves.

Julio Medina

4 de octubre del 2016

No hay comentarios.:

Publicar un comentario