miércoles, 26 de octubre de 2016

Designio lioso


El  tiempo exacto mido al abortar,
el fin de la ardua escena está quebrado;
acelerado anduve en el pasado,
de esos lazos no me logré soltar.

Con la angustia esta pienso desertar
aunque dentro de mí me habéis rondado;
designio lioso nunca presentado
con tanta fantasía a comentar.

Vivir imaginando tu existencia
a conciencia sabiendo que ni existes;
poseedor he sido de inocencia.

¡Cuánta farsa alumbrada desvistes…!
Si llegaras a salir de la nada,
si a mi lado te quedas alojada.

Julio Medina

24 de octubre del 2016

lunes, 17 de octubre de 2016

De mar adentro


Alzarse vi a la arena en estampida
con el arribo oculto hasta la orilla
de una sirena asaz entristecida;
lágrimas le mojaban la mejilla.

Ella de mar adentro salió herida,
su angustia era pésima pesadilla;
con feroz torbellino arremetida
cuando irrumpía agua por la escotilla.

¡Y nereida derramó ruego al viento
quedando en este enredo el mar asido,
por olas ejerciendo cumplimiento!

Del remolino fue el desliz salido
de lo profundo en forma tan violenta;
perdiendo la liberación que ostenta.

Julio Medina

17 de octubre del 2016

sábado, 15 de octubre de 2016

El sonido de una lágrima



El sonido de una lágrima vibra fuerte
se hace intenso, causa temblor en las fibras del alma;
tristeza y temor retumban la calma
de unos ojos llorosos que ni quieren verte.

El sonido de una lágrima
asedia los sentidos lastimados del corazón;
riega complicada nostalgia,
y en su entrega nubla el pensamiento.
En la soledad vertida aflicción se va sintiendo,
vaciado en un cesto roto
va corroyendo las entrañas sin más razón.

El sonido de una lágrima de pasión enmudece,
en el lienzo etéreo sigue creciendo distorsionado;
con el corte estéril del elixir del amor así fue pintado
y en la alusión existencial anidado permanece.

 El sonido de una lágrima
lo escucha quien en la incomprensión ha vivido,
no padeciendo ni muriendo en el olvido
sino entendiendo esa ausencia amarguísima.

Julio Medina
15 de octubre del 2016

lunes, 10 de octubre de 2016

Resquemor

Me quedé largo rato buscando a las estrellas,
y sentí la ausencia de tus caricias.
Así empezó todo mi pensamiento a pedir,
a separar del recuerdo el tiempo pasado;
¡pero la ilusión aflorada atropella!
Aunque escarba en la cicatriz con audaz pericia
tratando de sacar el resquemor a relucir.
A esa aflicción la eché en una botella
-la dejé tapada, bien asegurada-;
para que nunca más se vuelva a salir
y no cause daño siendo imaginada.

Julio Medina
10 de octubre del 2016

jueves, 6 de octubre de 2016

Huellas del desventurado

No tenía sentido que siguiera viva
quería escaparse, llegar allá arriba;
hay tantos agravios sobre la corteza
del cuerpo más frágil de la naturaleza.

Sus gritos dolientes nadie escuchaba
cada cual en su mundo, todos ignoraban,
con llanto perenne a su hijo buscaba
entre los escombros donde los caídos estaban.

Miseria impecable bordeando el destino
detecta las huellas del desventurado,
lo lleva a empujones a lugar clandestino
en donde le enseña a ser despiadado.

Y paga su deuda perdiendo la vida
la cual pudo haber vivido de otra manera;
dejando a su madre con el alma herida
lamentándose siempre sin que así lo quisiera.

Julio Medina
5 de octubre del 2016


Solo ante ti me inclino

Con la piedra de tropiezo
en las tinieblas
perdido,
la oscuridad me abarcaba.
Escuchaba
esas cosas, de las que
el adversario habla;
pero la necesidad de mi espíritu
 nadie llenaba;
¡hasta que llegó a mi vida Jesús…!

Él alumbra mi camino
con granada poderosa;
mientras que con el enemigo
todo mi ser en la confusión
 moría.
y así, Jesús
majestuoso hijo de Dios,
salvaste mi alma
de una muerte segura.

Esperanza no tenía,
pero tú Jehová
me hiciste la promesa de ganarne
la corona de vida eterna.
Sí...
 Tú, Jesucristo
rey de reyes;
¡tu palabra es fuente de vida!
Muy superior a las leyes
del hombre.

Dios de gloria,
me rescataste
del mismísimo infierno,
en donde
me encontraba atrapado
por el averno;
y ahora ante ti, solo ante ti,
poderoso Señor,
humildemente me inclino;
con mi corazón arrepentido
vengo a pedirte
el perdón de mis pecados.

Julio Medina
25 de septiembre del 2016

miércoles, 5 de octubre de 2016

Escurriéndose en la existencia

Cae el telón vetusto,
no lo miro ni lo pienso,
si con nada lograré alcanzarlo.
¡Ni tan siquiera puedo caminar
con el de nuevo;
tremendo susto me han causado
esas huellas soltadas!
Llenas las marcas, mojadas,
escurriéndose en la existencia misma,
disipadas en el sereno,
deshaciéndose con el viento…
Una prolongada conclusión
de un umbral
sin aparecerse hasta el final.
Nunca se termina de alcanzar,
y el telón de seguido repite…
¡Y todo se rehace tantas veces!
Provocando extensa locura;
¡y esta interrumpida cordura
cambia las cosas al revés!
Encuadrando un circo vicioso
dentro de la armadura,
en donde nada fluye,
y ausencia versátil solo le ves.

Julio Medina

4 de octubre del 2016