Aquí mojándome bajo la lluvia tenaz
¡Esperándote!, sin la esperanza perder
quizás te parezca algo suspicaz
así son los deseos de volverte a ver.
Aunque la lluvia torrencial arrecia
no logra desanimarme,
empapado ¡mi actitud es tan necia!
Pienso que no vendrás a buscarme.
La lluvia no solo humedece la piel por fuera
entra dentro de ella y del pensamiento,
llegan recuerdos como una chorrera
y palidece abrupto el sentimiento.
Dirás lo tonto que he sido
a oídos ajenos le habrás contado,
o quizás te parezca divertido
haberme dejado aquí plantado.
De ti nada me sorprende
y sé bien lo que estoy diciendo.
La lluvia todo se ha llevado,
aunque no entiendes
a este amor que por ti se está muriendo.
Julio Medina
28 de agosto del 2011
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