Escucha el trinar de golondrinas
amanece en mi tierra tropical,
respiro aroma a café, lo cuela la vecina,
un aroma sabroso, nativo y sin igual.
Montaña arriba se oyen cantares
y una guitarra nos invita a deleitar
de esa isla bordeada de palmares,
del azul del cielo y del inmenso mar.
Sus costas bañadas por las aguas del Caribe
con sus tesoros nos quiere embelesar,
es Borinquen la perla de mi aljibe
la más preciosa que tengo en el ajuar.
Las gaviotas se enlanzan en manadas
y se deslizan entre la magia de la bruma,
brotan burbujas como ninfas aladas
que se ocultan y se disuelven en la espuma.
Tiene Borinquen la fuerza del guayacán
tierra de hermosos prados y bellas flores.
¡Qué precioso resplandece el flamboyán,
en un bello atardecer de mil colores!
Julio Medina
29 de agosto del 2011