La luna
se le acercó a paso lento
hasta poder
abrazarle;
mientras
los ojos de la tierra fisgaban el momento
con
lentes negros para atestiguarle.
Y el
cuerpo celeste que la esperaba
su frialdad
cubrió con llamas;
calor
intenso, amor de fuego ella deseaba;
tras
cien años de espera entre las damas.
Cortina
oscura cubre el trayecto
de este
romance de corta anchura;
esta
alineación es acto perfecto
del
Creador en las alturas.
Parte la
luna, y el sol satisfecho
yace tendido
en su corona,
preguntándose por la novia que estuvo sobre su pecho:
-¿Cuándo
volverá la enamorada amazona?
Julio
Medina
21 de
agosto del 2017
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