sentí una vez amor por alguien,
se apareció sin desearlo
entrando a mi corazón
sin aviso ni permiso.
¡Me hablaba con el corazón
palabras tan dulces,
pidiéndome escuchar
sus mimos en los oídos del alma!
Y yo, respiraba de su respiro
terso, diáfano
erizándose fácil la piel.
Nada podía hacer para evitarlo
solo escuchar, escuchar
mientras dormitaba en las ilusiones,
llevándome a un mundo diferente
entre magia y fantasía
alimentaba el deseo
de tenerle siempre a mi lado.
Su presencia se hacía indispensable
se había metido dentro de mí,
corría en la sangre
vivía en mi ser;
me dolía rechazarle
me mataba su ausencia
y la tardanza inexcusable.
Su mirada despedía fulgor
de alegría exquisita,
el tiempo no caminaba más
cuando le veía llegar;
todas estas cosas pasaban
entre nosotros dos,
pero ya ni te acuerdas...
Julio Medina
5 de febrero del 2014
YA NI TE ACUERDAS -
(c) -
Julio Medina
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