Esta es la última carta que escribo para ti,
es la última que escribo sin miedo de perderte
porque la tristeza me hizo sentir más fuerte
en un juego sin desquite, el que hace tiempo perdí.
De dos caminos solo uno utilizable,
pero a mí me tocó andar por el que se halla vedado,
buscaba contigo alcanzar un sueño irrealizable,
a mitad del mismo desperté y quedé enredado.
Por eso hoy te digo en mis versos
que nunca pude leer hasta el final el cuento,
y no logré apretar el pulsador de reverso
para comenzar a realizar un recuento.
En esta carta sin final adverso
la que escribo mientras sueño tengo,
tratando de llegar a un desenlace diverso,
pero cuando despierto nada retengo.
Siento ver la finalidad inconclusa
de esta alucinación desenfocada a paso lento,
duermo y despierto, parece ser la excusa
para no llegar hasta el final del cuento.
Julio Medina
15 de junio del 2013
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