De lejos vengo al encuentro
como un vendaval bulliendo,
cuando la inquietud adentro
abraza a un corazón temiendo.
Regreso ambiguo e incierto
con atribulados cantares,
al mar donde soñaba despierto
apesar de los pesares.
Deambulando sin consuelo
en la pesadilla sigo,
los agobios del pañuelo
por mis tropiezos consigo.
Nada ya podrá cambiar
a un sentimiento marcado,
difícil es remediar
cuando se está lastimado.
Julio Medina
13 de febrero del 2013
bonita entrada Julio, saludos estelares desde mi querida Guatemala
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