Es corto el tiempo y largo el olvido
que el fuego de invierno se desliza
por las ramas desnudas de los árboles,
la corteza dura desde la raíz se arropa
de una alfombra diana tendida en el suelo,
el aire friolero entumece y eterniza
la vista del transcurso nostálgico
añadiendo a la imagen del recuerdo
el espacio afligido galopando,
entre llamas doradas la esencia prendida
de las hojas como copos va cayendo...
Los colores de la temporada pintan
de blanco y dorado el paisaje cubriendo,
la condición usada del camino juntan,
con fuego de invierno aplacan incendio.
Julio Medina
21 de enero del 2013
bonito escrito amigo, saludos desde mi querida Guatemala
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