Ciertamente me iré
cuando una brizna del viento
pare de soplar...
¡Y me iré sin decirte adiós!
¡Y partiré sin un hasta luego!
En silencio podrás murmurar
mi nombre tantas veces
hasta encontrar consuelo;
yo estaré observando
y escuchando el tardío argumento,
porque ciertamente pronto partiré
y me escurriré...
Como una brizna del viento.
Julio Medina
7 de agosto del 2012
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