El día que dejaste de quererme
la lluvia se disolvió con el viento,
y las flores trataron de traerme
un aroma enardecido de aliento.
Y un rayo de sol quería absorberme
cuando surgió del mar el desaliento,
no puede el corazón tuyo creerme
que este amor es parte del pensamiento.
Desde ese día no brilla la luna
dentro un cielo nublado de penumbra,
con la estrella que me niega fortuna.
Pero aquí en mi pesar la luz no alumbra,
el día de nostalgia inoportuna
me morí del amor que me deslumbra.
Julio Medina
29 de abril del 2012
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