Y cada vez que te vas
y sigues sin mirar atrás,
me dejas como siempre igual
pensando que fue algo casual.
Viviendo la vida a tu modo
sigo estando demasiado incómodo,
nada parece cambiar.
¡Hasta cuándo podré confiar!
Ese diario caminar por la avenida
sin explicar de donde vienes
y adonde vas,
inquieto me tienes con esas salidas.
Trato de hacerte fallar,
pero tu no quieres perder la partida,
haciéndome de celos estallar,
y me dejas solo, y sales ardida.
Y cada vez que te vas
y sigues sin mirar atrás,
me siento confuso
sufriendo este abuso
que ya no soporto más.
Julio Medina
15 de diciembre del 2013
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