Olvídame,
no vengas más a buscarme,
ya nada queda, ya nada existe,
se esfumó el amor que te tenía,
y tú quedaste triste y vacía.
La vida da la oportunidad
de renacer,
y eso es lo que pienso hacer...
Olvídame,
si entre tú y yo
no existen momentos ni ayer.
Mas hoy no te puedo dar
lo que dentro de mí dejó de haber.
Y desde ahora
las horas se alargaran
para hecerte sentir
el amargo de la hiel.
¡Te sentirás tan sola!
Y yo te pido disculpas,
pues no sé otra manera de decirte...
Olvídame.
Cayó el telon y este amor
se queda detrás de las cortinas,
varado entre rosas y espinas
sin encontrar otra salida hacia tu corazón.
Olvídame,
el tiempo me lleva
por una insalvable distancia.
Las sobras de este amor
caen al vacío
y allí se pierde confianza.
Olvídame,
perdóname el hastío
que fulmina tu esperanza.
Julio Medina
29 de septiembre del 2013
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