La brizna del ocaso ha volado
en la distancia y en el tiempo,
entre sueños, realidades
el mar de amores cruzado
reciclando los recuerdos
de las ninfas y de los duendes,
fantasías de un ayer anidado.
Veo tu rostro adonde va mi mente
en el follaje del bosque
con la inmensidad indiferente
del silencio que al aire viene,
una andanada luciente
en un jardín infinito prende
la flor con tu imagen diferente.
Ya no quiero vivir del recuerdo
ni soñar con el pasado
si entre mis sueños te pierdo
cuando me siento atrapado,
residuos vagan en lotes
despojos de lo olvidado,
cenizas, cenizas volando a flote.
Julio Medina
29 de mayo del 2012