Discurre el amor
entre las teclas del piano,
sensible está el cantador,
divagan melodías de un fulano.
Canta del amor alterado
con el vocablo tramposo,
el tono desesperado
es el descuido costoso.
Amor al amar, ya hay dos amantes
que quieren sentir ese sentido
vigoroso, a veces alarmante
mientras retoza atrevido.
Y en las notas musicales
del piano viejo y cansado,
tocan dedos desiguales,
la trova así lo ha expresado.
Canta al cantar el cantante,
el dolor del dolido es doloroso,
suena un quejido delirante,
en la lluvia llora menos el lloroso.
Música vana que nadie escucha
llega a oídos sin oídos...
Repica el viento y serrucha,
la sensación les ha extraído.
El momento del amor aparece igual
popular, pero al final siempre es lo mismo,
cantar, llorar es habitual
resultado de un simple egoísmo.
Julio Medina
28 de febrero del 2012
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