No hablo a solas, la pared escucha
mis tristezas, y a veces espero su respuesta,
esa columna es testigo, conoce mi lucha,
la llevo en soledad donde nadie me contesta.
Anoche le confesaba que el amor me había tocado,
me dejé llevar por un imposible romance,
y me envolví en sus pasiones, enamorado,
ahora no puedo evitar que su dolor me alcance.
Me pregunto a cada instante: ¿Cómo pudo suceder?
¿Por qué el amor me trajo a un querer distante?
Ese amor comprometido el corazón va adolecer,
entre relámpagos y rayos debo salir adelante.
Recostado en la pared me consuelo..
inmóvil, fría, sin vida, testigo de mi sufrir.
Una silla, una mesa y un pc son mi desvelo,
en donde escribo letras. ¡Ellas hablan mi sentir!
La soledad complementa eso.
el silencio... ¡Sí! El silencio no guarda vestigios.
Nada queda del alma, solo el ánimo tieso,
lloroso, gimiendo dolor ahí me refugio.
Pero el amor me abandonará,
y la dicha cambia a pesar con severidad.
¡No quiero sentir ausencia! Abarcará
mis sentidos, ahogándolos de temeridad.
¡Y seré solo eso! Una cosa
sin aliento. ¡Cómo la pared!
Mientras tú sigues en la vida airosa,
yo vivo convertido en trozos de algo...
Por causa de usted.
Julio Medina
15 de noviembre del 2011
TROZOS -
(c) -
Julio Medina