En este
mundo muchos libros he leído…
¡Y he
dejado tantas páginas abiertas!
Porque
ninguno a mi vida ha conmovido
como
cuando el mensaje divino a mi mente entra.
La
palabra de Jehová es fuente de agua viva,
sacia
la sed del espíritu; creer en Él te salva,
su
palabra es bálsamo aplicado desde arriba
a todos
los que le adoramos con el alma.
Abro la
biblia, y al instante, mi mente rebosa de luz;
la
sabiduría divina de su palabra eterna es victoria
¡que
edifica mi vida!... y al buscar el rostro de Jesús
obtengo
la consecución de gloria.
Julio
Medina
15 de
abril del 2017