Yo también como tú por ella he sufrido
cuando le entregué mi corazón sin pensar
en el momento que lo pudiera abandonar;
de igual manera en llanto vivo sumido.
Yo también como tú le contaba las estrellas
bajo el manto sensible de una noche serena,
y me bañaba en los rayos de la luna llena
creyendo que mi amor siempre sería ella.
Yo también como tú le cantaba enamorado
las canciones del alma con la voz del amor,
le dedicaba esmerado de lo bueno lo mejor
de todo lo último que se había creado.
Y como tú pintaba en el viento mi alegría
imaginándola conmigo tomados de manos
caminando por la playa en un ardiente verano;
en una pompa de jabón con ella estaría.
Yo también como tú no he dejado de amarla
apesar del desdén que ella tiene consigo,
no sé si le pasa lo mismo contigo,
pero a ratos me dice que yo pase a buscarla.
Julio Medina
24 de enero del 2015